Unos 28.000 millones de euros se invertirán en la construcción de nuevas líneas férreas en 2008, introduciendo inversión extranjera “en el momento adecuado”, declaró el ministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun, eludiendo concretar fechas.
Los ferrocarriles chinos han sufrido a principios de este año 2008 graves problemas, consecuencia de los estragos producidos por las peores nevadas en más de cincuenta años, según ha reconocido el ministro de Ferrocarriles de China, Liu Zhijun. El brutal enfriamiento de las temperaturas afectó no sólo a China, sino a enormes extensiones de Siberia y de Asia Central, lo que supone un duro golpe a las teorías del calentamiento global.
El ministro de Ferrocarriles, quien también es miembro del Comité Central del Partido Comunista de China, ha manifestado que “el desastre causado por las nevadas ha puesto de manifiesto una rezagada situación ferroviaria muy por detrás del desarrollo económico y social del país”. Liu Zhijun expuso tal situación ante representantes del máximo órgano legislativo de China, la Asamblea Nacional del Pueblo.
Ante la magnitud del desastre, que dejó a millones de pasajeros varados a medio camino y millones de toneladas de mercancías en situación similar, incidiendo especialmente en el vital tráfico carbonífero, 300.000 millones de yuanes (unos 28.000 millones de euros) serán invertidos en la construcción de nuevas líneas férreas en 2008, introduciendo inversión extranjera “en el momento adecuado”, declaró el ministro Liu, eludiendo concretar fechas.
Entre los grandes proyectos ferroviarios abiertos a la inversión extranjera puede estar una línea paralela a la de alta velocidad, Pekín-Shanghai. Con una inversión de 14.000 millones de euros, la línea de alta velocidad de 1.318 kilómetros entre Pekín y Shanghai se piensa que será la obra de ingeniería más amplia de China cuando esté terminada.
El ministro Liu ha informado que se instalarán unas 2.000 subestaciones nuevas en las líneas electrificadas y un buen porcentaje de las mismas irá destinado a la gran línea de alta velocidad citada.
El ministro “sugirió” a la dirección general de los ferrocarriles y a las direcciones locales mantener un balance adecuado entre la tracción eléctrica y la tracción diésel. Los trenes remolcados por este tipo de tracción, aún dentro de la gran paralización producida, sufrieron menores consecuencias, debido a la caída de las líneas de alta tensión suministradoras del ferrocarril, que originaron la paralización total de las líneas bajo catenaria.
Especial mención hay que hacer, según los ferrocarriles chinos, a los millones de pasajeros que quedaron atrapados en las líneas que comunican Pekín y la próspera ciudad sureña de Guangzhou, interrumpiéndose totalmente la circulación en las líneas electrificadas.
“Trataremos de mejorar de forma importante la capacidad de transporte de la línea Pekín-Guangzhou y de otras importantes líneas en una amplia extensión en un lapso de tres a cinco años”, manifestó el ministro Liu, quien volvió a insistir en ese balance entre tracción eléctrica y diésel.
China proyecta construir un total de 7.820 kilómetros de líneas férreas entre 2008 y la primera mitad de 2009.
China anuncia la inversión extranjera para la construcción ferroviaria
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