Las microplataformas concentran la recogida de mercancías en un único punto utilizando, además, vehículos no contaminantes.
La globalización y el crecimiento de la economía ha comportado un incremento notable del transporte de mercancías y de su distribución urbana final. Este es uno de los motivos principales por los que, desde hace algunos años, la ciudad de Barcelona estudia modelos alternativos de distribución urbana de mercancías.
Una de estas alternativas son las denominadas microplataformas de distribución urbana, que permiten separar en dos etapas los movimientos del suministro, centralizando en un único punto la primera recepción de las mercancías, utilizando vehículos de menor dimensión -y no contaminantes- para las entregas a los comercios y a otros destinatarios finales, según el estudio ‘Microplataformas de Distribución Urbana’, elaborado conjuntamente por la Cambra de Comerç de Barcelona y el Estudi Llotja (Infraestructures i Territori), presentado ayer.
El resultado del estudio arroja resultados dispares en cuanto a su viabilidad. Por un lado esta la difícil rentabilidad económica por el alto coste que supondría, y por otro, la dificultad en conseguir cambios en los hábitos en transportistas y comerciantes. Entre las ventajas, se consideran la reducción de la contaminación química y acústica, la mejora en el tráfico interno y accesos, y la creación de nuevos negocios.
Todos los actores implicados reconocen que la situación actual es insatisfactoria, no sólo desde una perspectiva medioambiental y social sino también económica.
En Barcelona, la evolución del transporte de mercancías durante los últimos años presenta un crecimiento continuado: las operaciones de carga y descarga han aumentado progresivamente, con una media del 2,2% de crecimiento anual entre 2000 y 2004 y un número de operaciones diarias por encima de 450.000 en 2004, según datos adjuntos al informe.
La idea de la implantación de microplataformas es un tema que aparece de forma recurrente en diferentes forums locales y europeos “como una solucción atractiva pero aún no plenamente válida”, reconoce en la presentación del estudio Miquel Valls, presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona.
Prueba piloto en Sant Andreu
Entre los días 13 de marzo y 25 de mayo de 2007, el ayuntamiento de Barcelona realizó una experiencia piloto en este distrito sobre la viabilidad de las microplataformas, con el resultado de beneficios -entre otros- en cuanto a la reducción de la actividad en el espacio público de tráfico y de contaminación, así como una mayor flexibilidad en las operaciones de los distribuidores.
Barcelona estudia alternativas a la distribución urbana de mercancías
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