La CE refuerza el proceso de certificación ETCS de los ferrocarriles europeos

La CE refuerza el proceso de certificación ETCS de los ferrocarriles europeos

La Comisión Europea pretende incrementar la competitividad de las líneas ferroviarias de mercancías.

La Comisión Europea adoptaba ayer una decisión que refuerza el proceso de certificación y autorización de las líneas y los trenes equipados con el Sistema Europeo de Control de Trenes (ETCS), que constituye la norma europea de señalización ferroviaria y control de velocidad de los trenes, y su despliegue en los principales corredores ferroviarios de mercancías y alta velocidad aumentará de forma importante la competitividad de los ferrocarriles europeos.

El concepto del ETCS es sencillo: los datos son transmitidos del suelo al tren, donde un ordenador a bordo los utiliza para calcular la velocidad máxima autorizada y ralentiza automáticamente el tren en caso necesario. El ETCS forma parte del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS).

Actualmente hay más de 20 sistemas de señalización diferentes en funcionamiento en Europa cuya incompatibilidad constituye un obstáculo técnico importante para el tráfico internacional.

Por ejemplo, la incorporación de un sistema nacional de seguridad adicional a una locomotora existente ya homologada en varios países y la nueva solicitud de todas las homologaciones de seguridad pertinentes puede costar más de dos millones de euros y llevar más de dos años. El ETCS eliminará estos costes.

No obstante, el ETCS solamente dará fruto si los productos son plenamente compatibles y conformes con las especificaciones europeas. La decisión adoptada restringe los requisitos de ensayo, y en particular impone la obligación de llevar a cabo ensayos con los productos de a bordo en laboratorios acreditados.

El concepto del Sistema Europeo de Control de Trenes (ETCS) no es nuevo: existen más de 20 sistemas nacionales de control automático de la velocidad de los trenes. Lamentablemente, estos sistemas nacionales son incompatibles entre sí. Para poder circular en redes equipadas con sistemas diferentes, o bien hay que cambiar las locomotoras en las fronteras, o bien dichas locomotoras tienen que ir equipadas con varios sistemas a bordo compatibles con los diferentes sistemas instalados en las vías de las distintas redes, lo que aumenta los costes y los riesgos de averías. De una u otra manera, la incompatibilidad abre brechas en el mercado único y consitituye un obstáculo a la libre circulación.

Esta situación tiene un efecto especialmente adverso en el transporte de mercancías. A pesar de que el transporte ferroviario debería ser más competitivo en las distancias largas, cada frontera supone costes y retrasos adicionales en los trayectos, lo que se traduce en pérdidas para el mercado y en la saturación de la red de carreteras.

El Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS) puede aumentar significativamente la competitividad del transporte ferroviario. Esto es lo que ocurre, en particular, con el transporte de mercancías cuando el sistema se despliega de manera coordinada a lo largo de un corredor y se acompaña de medidas pertinentes, como la armonización de las normas de explotación o la mejora de la infraestructura en caso necesario.

El ERTMS es un importante éxito industrial para Europa. Su rendimiento y coste le han hecho ganar rápidamente aceptación incluso más allá de las fronteras europeas de forma que actualmente es la norma de referencia mundial, utilizada en todas las nuevas líneas.

Hoy hay en Europa más de 4.000 kilómetros de líneas equipadas con el ETCS. Además, ya se han contratado equipos para más de 4.000 kilómetros adicionales, lo que indica que la extensión de las líneas equipadas con el ETCS aumentará más del doble en los próximos dos o tres años, y se espera que el índice de ínstalación del sistema aumente todavía más en los años siguientes.

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