Las empresas relacionadas con el transporte ferroviario de mercancías comienzan a mostrar signos de cansancio ante el lento avance del sector en España. Hastiados y resignados, ven cómo se suceden los planes con la llegada de cada nuevo Gobierno; planes que mantienen la semántica y las buenas intenciones, pero que no se plasman en una realidad que saque al sector de la parálisis en la que se encuentra.
Estas diferencias entre las palabras (los planes) y los hechos se pusieron de nuevo de manifiesto ayer en la jornada «El transporte de mercancías por ferrocarril. ¿Cómo implantar cambios profundos?», organizada por Aeutransmer en Madrid. Así, abrió la jornada el subdirector general de Gestión, Análisis e Innovación del Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento, Benito Bermejo, que explicó las bases generales del reciente Pitvi (Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda) y cuáles son sus objetivos principales.
Del Moral subrayó que este nuevo plan quiere «integrar» todos los modos de transporte en un único sistema común y no tratarlos como entes individuales. Es decir, estudiar qué modos son más eficientes en cada caso («adecuar los servicios a la demanda existente»), palabras casi textuales a las que pronunció la ministra Pastor en el XIII Foro Nacional del Transporte, organizado por Aecoc el pasado mes de marzo.
Sin embargo, estas buenas intenciones no fueron compartidas por el resto de ponentes. Así, Alfredo Irisarri, socio director de Teirlog Ingeniería, comentó que todos los responsables de Fomento coinciden en el exceso de planificación («ya está hecha», puntualizó), pero también en la «falta de voluntad política».
Del mismo modo se expresó el director corporativo de gestión de la cadena de suministro del Grupo Celsa, Marc Grau: «No necesitamos más estudios —dijo—. Sabemos perfectamente qué le pasa al sector; hay que pasar a la acción». Para Grau, el problema del ferrocarril en España se encuentra en sus «muy graves carencias de gestión», además de en una legislación «que no deja claras las reglas del juego».
En este sentido, Grau quiso subrayar que el problema de España no es el modelo, ya que otros países europeos con modelos muy distintos entre sí (por ejemplo, Inglaterra, con un modelo totalmente liberalizado, o Polonia, con un monopolio público) tienen más cuota de t/km que España. «El problema —repitió— es la gestión. No todo lo privado es mejor».
Fuente: LogisticaProfesional
El sector ferroviario, cansado de los planes de Fomento para el tren
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