El Consejo de Ministros ha ampliado hoy tres meses el plazo para que las empresas se acojan al denominado IVA de caja (pagar el impuesto cuando se cobra la factura), cuyo último día era, en principio, el próximo 31 de diciembre.
A esta opción se pueden apuntar las empresas cuyo volumen de operaciones no supere los dos millones de euros.
El objetivo de la medida es evitar que pymes y autónomos con facturas sin cobrar deban adelantar el IVA a Hacienda antes de cobrar sus deudas, una circunstancia que agrava la falta de liquidez que padecen por culpa de la crisis.
Según Hacienda, esta medida podrá beneficiar a 1,3 millones de personas físicas y más de un millón de pymes, lo que supondrá, según el Ministerio, que Hacienda deje de ingresar el próximo año 983 millones, que se recuperarán en 2015.
La decisión del Ejecutivo ha sido aplaudida por las principales asociaciones de autónomos.
El presidente de ATA ha valorado la medida y ha afirmado que hay que dar más tiempo para que los autónomos se familiaricen con el nuevo sistema «y superen su escepticismo hacia una medida que supondrá más liquidez y menos morosidad».
Por su parte, UPTA considera que el nuevo plazo permitirá una mayor información y que los autónomos proveedores de las grandes empresas puedan contrastar la mejor manera de aplicar el sistema.
En este sentido, destaca que los grandes clientes habían desaconsejado a los proveedores acudir al IVA de caja para evitar mayor complejidad administrativa y con el fin de mantener la liquidez de las grandes a costa de las pequeñas empresas.