Una consultora internacional ha vaticinado que en los próximos 15 años probablemente desaparecerán 12 de las 20 navieras más grandes del mundo, repartiéndose el mercado entre las ocho supervivientes.
Parte de la responsabilidad de este futuro tan oscuro parece ser consecuencia de la aparición en los últimos diez años de los megabarcos, que dejan fuera del mercado a las naves de 3.000 TEUs y 4.000TEUs debido a su limitada capacidad y a que consumen petróleo, lo que les hace poco adecuados para ciertos tráficos.
Como ejemplo de todo ello, la falta de cargas está obligando a 37 barcos chinos de entre 3.000 y 5.000 TEUs y a cinco de entre 10.000 y 13.000 TEUs, a estar amarrados sin oficio ni beneficio.
También cabe destacar el aumento del precio del crudo como otro problema añadido, así como los costos operativos de los barcos y las tarifas portuarias.
La introducción de los megabarcos no está mejorando la capacidad de competencia ni está reduciendo los fletes. Lo que no significa que éstos no estén bajando, lo que ocurre más por falta de carga que por otra cosa.
Maersk ya ha redimensionado su proyecto de los diez megabarcos que pensaba fletar de 18.000 TEUs, de los que cuatro eran para Europa-Sudamérica, tres para Asia-Sudamérica y tres para la ruta Asia-Europa-USA, como consecuencia de la tendencia decreciente de los contenedores.
Diversas estimaciones cuantifican las pérdidas acumuladas por las navieras desde finales de 2011 en más de 5.200 millones de dólares.
Algunas posibles soluciones, pasan por bajar las tarifas de forma exagerada para conseguir aumentar la carga del barco, pero a largo plazo esta situación no es sostenible y se acaba volviendo en contra.
Otra cuestión que oscurece la trayectoria del transporte marítimo es que la falta de ayuda financiera por parte de la banca, ha provocado que muchas navieras fueran absorbidas por las grandes compañías internacionales.
Los astilleros también tienen lo suyo porque la navieras han aplazado, e incluso anulado, los compromisos y proyectos que tenían pendientes para la construcción de nuevos buques, por lo que se han visato obligados a asociarse o venderse para sobrevivir.
Tanto Europa como Estados Unidos se están focalizando en el intercambio comercial internacional y las primeras medidas se empiezan a concretar, como es el reciente anuncio del aumento de tarifas en la ruta Asia-Caribe y también con algunos países de América del Sur.
Fuente: cadenadesuministro.es