El fabricante de remolques y semirremolques, que llegó a ser el número uno del mercado español, no ha podido afrontar la caída de ventas y anuncia la presentación de concurso de acreedores, al tiempo que apuesta por la continuidad y por salir del concurso con un plan de viabilidad que les permita superar de forma satisfactoria esta situación.
Al final no ha podido ser. Lo que se venía palpando en el sector en los últimos meses, con incesantes rumores sobre el fabricante maño de semirremolques, se ha concretado en el anuncio de presentar en los próximos días concurso de acreedores.
La decisión se ha precipitado tras las últimas noticias, procedentes de los propios distribuidores del fabricante de semirremolques, que hacían referencia a la imposibilidad de atender nuevos pedidos tras los problemas de suministro con los proveedores.
El que fuera en la década de los 70 y los 80 primer fabricante español de semirremolques, que llegó a fabricar y montar su propio eje “marca Leciñena”, que inició el camino de la exportación a Europa, que otros seguirían, no ha podido superar los efectos de una crisis que en el último ejercicio se había visto relegado a una cuota de poco más del 5% del mercado nacional, con tan solo 388 unidades matriculadas en 2013, según los datos de Asfares, la Asociación de Fabricantes de Remolques y Semirremolques.
Precisamente ha sido la contracción del mercado y la caída de las ventas, además de los problemas financieros con las entidades financieras y con proveedores y clientes, lo que ha precipitado la medida. Baste decir que el máximo de matriculaciones en el mercado de remolques y semirremolques se alcanzó en 2007 con un total de 21.215 unidades, lo que quiere decir que el mercado en 2013 ha supuesto menos de la tercera parte, el 32, 20%, del máximo de 2007.
Han sido estos últimos años, duros y complicados para el fabricante de la localidad zaragozana de Utebo, en los que ha afrontado varios expedientes de regulación de empleo de extinción en el inicio de la crisis económica, y que dejó a la plantilla con 70 empleados menos.
En este sentido, los trabajadores están inmersos actualmente en un ERE de suspensión de 110 días del que apenas se han consumido 25, que finaliza el 30 de septiembre y que afecta a toda la plantilla.
Una plantilla que se ha visto reducida a los actuales 130 trabajadores, que conoció en la tarde de ayer lunes la noticia. Leciñena adeuda casi tres nóminas a la plantilla, que se reclamaron ante el SAMA hace más de dos meses.
Fuentes del sindicato CC.OO. han confirmado la intención de la empresa de continuar con la actividad, que quedará en manos de la administración concursal.
De las posibles soluciones que se abren ante la nueva situación todas supondrán la adopción de medidas traumáticas. Los actuales propietarios, tercera generación al frente del negocio, han expresado la intención de continuar con la actividad de la empresa, para lo cual se hace imprescindible la aplicación de un plan de viabilidad que permita superar la situación actual.
Esto pasaría por un redimensionamiento de la empresa, aún más si cabe, para hacerla viable y adaptarla al actual nivel de mercado y de ventas, y la búsqueda de un accionista o de un comprador, que inyecte capital para hacer frente a los compromisos financieros.
Si bien todo pasa por recuperar ventas, algo que se antoja complicado en estos momentos, con un mercado nacional de remolques y semirremolques que, si bien en 2013 con un total de 6.833 unidades, experimentó un crecimiento del 14, 13%, que no termina de despegar.
Fuente: cadenadesuministro.es