El inicio del código de barras se remonta más de 60 años, cuando dos estudiantes de posgrado, Bernard Silver y Norman Joseph Woodland, inventaron un símbolo con líneas negras y espacios blancos que se utilizaría para proporcionar la información del producto en el momento de pagar, es decir, el primer código de barras, patentado en 1952.
Pero no fue hasta 1973, con la aparición del UPC (Código Uniforme de producto), creado por George J. Laurer, cuando el código de barras adquirió una forma que le permitiría ser utilizado comercialmente. El código de barras UPC proporcionaba un símbolo mucho más simple para ser decodificado por la tecnología disponible en ese momento.
Un año después, se crearía el primer escáner de código de barras, desarrollado por Spectra-Physics, ahora parte del Grupo Datalogic, se instaló y se utilizó para escanear un paquete de chicles de Wrigley en el supermercado Marsh en Troy, Ohio. Momento en que nació la industria del código de barras.
Parte fundamental en todos los sectores
Inicialmente concebido para acelerar los procesos de caja, los códigos de barras son ahora una parte fundamental de los negocios y se pueden encontrar en todos los sectores, desde el comercio minorista hasta la fabricación y la logística e incluso en el sector sanitario.
Durante los años 70, este símbolo tuvo que superar el escepticismo de fabricantes y comerciantes ante la nueva solución, así como el paulatino cambio en una sociedad a la que le costó acostumbrarse a comprar artículos que no tenían el precio indicado en el mismo. En 1978, menos del 1% de las tiendas de alimentación de los Estados Unidos utilizaban escáneres de código de barras.
Sin embargo, en los años 80, los comerciantes mayoristas impulsaron el uso de esta solución, siendo rápidamente emulados por el comercio minorista. En 1984, el 33% de las tiendas en los Estados Unidos estaban utilizando los escáneres que seis años antes solo utilizaba el 1%, gracias al ahorro en tiempo y costes con un alto retorno de la inversión.
Otras industrias siguieron el ejemplo, la del automóvil comenzó a utilizar escáneres en las plantas de fabricación, los aeropuertos los utilizaban para la clasificación de equipajes, centros logísticos los pusieron para el seguimiento de la mercancía.
Desde aquel paquete de chicles escaneado en Ohio hasta hoy, se han desarrollado nuevos formatos de códigos de barras que ponen una enorme cantidad de datos en un código más pequeño, y escáneres inalámbricos para enviar la información recogida desde el código directamente a los sistemas informáticos.
Fuente: Cadena de Suministro