Los políticos, dice el colectivo internacional en un informe, siguen dejando de lado al transporte por carretera en sus programas electorales, rechazando una vez más el medio más utilizado y necesario.
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera, ASTIC, ha elaborado un informe en el que advierte del peligro que sobre la vertebración económica de la UE representa el mapa impositivo del transporte por carretera.
El transporte por carretera, señala el informe, es uno de los motores económicos y laborales de Europa, ya que mueve más del 80 por 100 de las mercancías que transitan por el territorio la UE. Este es un claro indicador de la necesidad de apoyar un sector que actualmente da empleo a más de seis millones de personas en Europa, reduciendo uno de las mayores preocupaciones actualmente de la eurozona: el desempleo.
Según datos de la IRU (International Road Transport Union), más del 85 por 100 del transporte de mercancías por carretera se realiza a distancias de 150 kilómetros o menos, y menos del 1 por 100 se realiza a más de 1.000 kilómetros, por lo que se antoja muy complejo encontrar una alternativa rentable, fiable y segura al transporte por carretera.
A pesar de la contundencia de los datos y del fracaso de medidas como el programa Marco Polo, los políticos siguen dejando de lado al transporte por carretera en sus programas electorales, rechazando una vez más el medio más utilizado y necesario.
Resulta complejo comprender por qué un sector que representa ta el 2 por 100 del PIB europeo y que transporta el 95 por 100 del valor de todas las mercancías europeas en el interior de los estados o atravesando sus fronteras terrestres, se ve gravado y atacado constantemente por los diferentes Estados miembros de la UE, indica este informe en otro de sus puntos para, a continuación, ennumerar algunos de esos impuestos (Euroviñeta, Céntimo Sanitario, HGV Road User, Ecotasa francesa, etc.).
Siempre según el informe de ASTIC, estas cargas impositivas solo pueden provocar dos situaciones: la desaparición de las empresas de transporte -más de 28.000 ya lo han hecho en España desde el año 2007- o que los usuarios vean cómo los productos se encarecen para compensar este aumento constante de los gravámenes. Además, indica el informe, según un estudio de la Fundación Francisco Corell, está demostrado que sólo con el pago del impuesto de hidrocarburos se obtiene el doble de lo necesario para financiar y mantener el uso de las infraestructuras.
El informe concluye que en el sector del transporte por carretera en el continente europeo y sin un horizonte en el que los gobiernos se pongan de acuerdo para ayudarlo, más empresas se verán abocadas a abandonar el mercado sólo por este incremento de costes impositivos.
Y, finalmente, otra posibilidad, dice ASTIC, es que el precio del transporte se dispare, lo que provocaría que las mercancías transportadas por carretera -recordemos que son más del 80 por 100- sufrirían un incremento en el precio, lo que supondría un duro golpe al consumo y, por tanto, a la competitividad de la economía europea.
Fuente: C de Comunicación