Ayer, un año después de que la compañía anunciara que iba a trabajar en esta nueva tecnología, se puso por primera vez en funcionamiento este prototipo, que usa dos huecos de diez metros y cuatro cabinas. Las impulsa el mismo motor que utiliza el sistema de tren de levitación magnética Transrapid, también diseñado por ThyssenKrupp.
La gran ventaja del sistema es el ahorro de tiempo gracias al funcionamiento simultáneo de las cabinas. La compañía espera que permita aumentar en hasta un 50% la capacidad de transporte. Además, requiere menos espacio que los ascensores convencionales, lo que permitiría aumentar la superficie útil del edificio hasta en un 25%.
ThyssenKrupp, que facturó en 2014 en su área de ascensores 6.400 millones de euros, ha anunciado en los últimos meses varios proyectos con los que quiere romper con la imagen conservadora de la industria de ascensores, que apenas se ha renovado en las últimas décadas.
Ha instalado los 71 ascensores del One World Trade Center, cinco de los cuales suben hasta el mirador los 102 pisos del rascacielos en solo 60 segundos, y la pasada semana presentó en Nueva York una tecnología desarrollada conjuntamente con Microsoft para detectar averías antes de que se produzcan. Con ello quieren evitar una pérdida de tiempo conjunta que estiman, para las mil millones de personas que usan cada día un ascensor, en 190 millones de horas anuales (217 siglos), por aparatos fuera de servicio.
Fuente: El País