La aerolínea australiana Qantas quiere lanzar una ruta directa entre Sídney y Londres pero se enfrenta a la legislación laboral y al regulador
Las aerolíneas de todo el mundo están planeando vuelos más largos para competir con sus rivales de bajo coste y cobrar una tarifa de aproximadamente el 20% menos en las rutas sin escalas, que son especialmente populares entre los ejecutivos y viajeros corporativos.
La australiana Qantas Airways está a la cabeza de esta carrera por dar medio giro al planeta sin escalas. Su máximo ejecutivo, Alan Joyce, desafió hace un año tanto a Boeing como a Airbus a que configuraran uno de sus modelos para permitir este tipo de trayectos. Y parece que ambos fabricantes estarían dispuestos a cumplir con ese reto, tanto con el Airbus A350 como con el Boeing 777X, cambiando la configuración de los asientos.
Qantas ha bautizado el proyecto como Proyecto Amanecer. En esta configuración, una aeronave podría transportar a unos 300 pasajeros y su equipaje más lejos que cualquier servicio regular lo haya hecho hasta la fecha, con combustible disponible para enfrentar vientos en contra y emergencias inesperadas. Si las primeras rutas resultan viables en 2022, podrían crearse conexiones directas de las principales ciudades de América, Europa y África con Australia.
La aerolínea australiana ha anunciado que espera comprar unos de esos modelos este año para que operen vuelos récord de 21 horas entre Sídney y Londres, pero han surgido dos obstáculos difíciles de superar: lograr que los pilotos y el regulador de la aviación australiano acepten tiempos de servicio sin precedentes.
«No tenemos la capacidad de cumplir con las normas hoy por hoy, por lo que necesitamos negociar con el regulador», dijo Joyce a Reuters en una entrevista telefónica. «Si funciona el modelo de negocio podríamos hacer el pedido a finales de este año y tener los aviones listos en 2022».
Los pilotos de Qantas dicen que la duración sin precedentes de los nuevos vuelos debe ir acompañada de una investigación sobre los riesgos de la fatiga y precisará de una capacitación previa que recibirían los pilotos más experimentados.
Se espera que el tiempo máximo de «servicio» de los pilotos en los vuelos Sydney-Londres sea de aproximadamente 23 horas, sobrepasando su límite actual de 20 horas. No obstante, el concepto de “servicio” incluye también el tiempo en tierra antes y después de los vuelos durante los cuales trabaja la tripulación.
Estudio de la fatiga
La Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil de Australia (CASA) evaluará el tiempo de servicio más largo propuesto basándose en un estudio sobre la fatiga del piloto de la ruta Perth-Londres, dijo el portavoz de la agencia, Peter Gibson.
Qantas celebró el pasado 24 de marzo el primer aniversario de esa ruta entre la segunda ciudad australiana y la capital londinense, un vuelo directo de 17 horas, el primero sin escalas entre Australia y el Reino Unido, con un recorrido de casi 15.000 kilómetros (14.498, exactamente).
Le supera la ruta Auckland-Doha de Qatar Airways, que tarda 18 horas en cubrir 14.535 kilómetros. La mayor diferencia de tiempo de vuelo respecto al de Perth-Londres, de 17 horas, se debe a que el de Qantas atraviesa el globo terráqueo desde el sur al noroeste, mientras que el de la aerolínea catarí lo hace cruzando más usos horarios, en dirección al sureste.
CASA tiene ahora en su mano aprobar o rechazar la propuesta, acortar el período de servicio o requerir nuevas medidas, como una tripulación más experimentada o períodos de descanso más prolongados. «El cambio tecnológico está obviamente ahí, pero el lado fisiológico humano no ha cambiado desde que volaron los hermanos Wright», dijo Mark Sedgwick, jefe del sindicato de pilotos de Qantas, The Australian and International Pilots Association (AIPA). «Necesitamos entender los efectos sobre el desempeño humano en la cabina de estos vuelos de largo alcance».
La Oficina de Seguridad del Transporte de Australia publicó en enero un estudio sobre la fatiga de los pilotos que encontró que el 60% de los pilotos de largo recorrido habían experimentado fatiga de moderada a importante en su vuelo más reciente.
Otro problema al que se enfrentan es que los horarios de despegue que funcionan mejor para los pasajeros en vuelos largos no son precisamente los ideales para aliviar la fatiga del piloto. «Desde el punto de vista del pasajero, un vuelo nocturno al final del día facilita el ajuste a la hora local del destino», dijo el exjefe de seguridad de Qantas, Ron Bartsch.
La gestión de la fatiga es un problema grave para las aerolíneas de todo el mundo y CASA supervisa un nuevo sistema de gestión de riesgos de fatiga basado en datos en Qantas. Según la agencia, el nuevo sistema, que también tiene en cuenta los informes de fatiga de los pilotos, creará un marco flexible para los tiempos de servicio en lugar de las actuales reglas prescriptivas. CASA y AIPA también patrocinan una investigación detallada sobre la fatiga realizada por la Universidad de Monash que estudia los patrones de sueño de los pilotos en la ruta Perth-Londres.
Las medidas para combatir la fatiga podrían incluir poner más tripulación de vuelo a bordo añadiendo camas para la tripulación, alargar los descansos antes y después de los vuelos, proporcionar transporte a domicilio y reducir los períodos de servicio posteriores, dijo Gibson.
Además, Qantas y AIPA están negociando un nuevo contrato sindical para pilotos de larga distancia. Joyce dijo que esperaba un acuerdo este año. «AIPA respalda los beneficios comerciales que podría obtener Qantas de operar estas rutas premium largas con una competencia mínima», dijo Sedgwick. «Queremos asegurarnos de que los problemas de gestión de seguridad y fatiga se aborden adecuadamente en el proceso de habilitación de estos vuelos».
Los vuelos más largos
Actualmente, el récord del vuelo más largo sin escalas lo tiene Singapore Airlines, con su ruta directa entre Singapur y Nueva York que cubre con un A350-900 dealcance ultra largo, trayecto en el que emplea una media de 19 horas, aunque ha llegado a consignar tiempos de vuelo de 17 horas y 25 minutos.
El regulador aéreo de Singapur requiere que, para operar esta ruta, la aerolínea tenga dos capitanes y dos primeros oficiales en turnos de más de 18 horas, incluidos los tiempos anteriores y posteriores al despegue, a fin de «optimizar su estado de alerta durante todo el vuelo».
Qantas, que tiene un período de servicio máximo de alrededor de 20 horas en sus vuelos Perth-Londres, también tiene cuatro pilotos. La tripulación puede descansar en literas. Pero la aerolínea australiana utiliza un capitán, un primer oficial y dos segundos oficiales. A los segundos oficiales se les paga menos, pueden volar solo en altitudes de crucero y no pueden despegar ni aterrizar.
Fuente: El País