En conversaciones entre particulares, los nombres de contrabando y estraperlo, suelen emplearse inadecuadamente, utilizando el segundo, cuando debería ser el primero y viceversa. El primero, quienes lo emplean, y máxime en el sector aduanero y marítimo, conocen su encaje en nuestra jurisprudencia; del segundo su uso parece una transmisión de padres a hijos, ya que es poco popular su origen y significado.
Sobre el contrabando, los lectores conocen su acepción, aunque damos la nuestra, con la inclusión de un término, ausente en consultas realizadas: la importación o la exportación de mercancías prohibidas o restringidas, con ocultación, en su detección, que no hayan satisfechos los correspondientes derechos aduaneros u otros de igual equivalencia, causando con ello, dolo al tesoro público.
Nada a reseñar a tenor de lo anterior, diferente cuando se trata del estraperlo, examinado su significado nos dice entre otras acepciones: 1.- Comercio ilegal 2.- Artículos objeto de este comercio 3.- Chanchullo. De este tercer concepto deriva su significado, tras lo acaecido en su momento, y aceptado por la Real Academia de la Lengua, en su época.
Estamos en la Segunda República, el juego en España estaba prohibido. Dos holandesas de apellidos Strauss y Perle, deseaban introducir unas máquinas para los casinos de San Sebastián y Palma de Mallorca. Cualquier maquinaria u aparato novel estaba sometido a la autorización previa del Ministerio de Industria, antes de su importación, (en la actualidad no ha sufrido modificación este principio). Los dos holandeses, para que encajara dentro de la legalidad del momento, sostenían que el funcionamiento de sus máquinas, no estaba sustentado en la suerte, si no en la habilidad del apostante, detalle erróneo.
Siempre ha habido vulneradores de la Ley, en todos los países y en España, no ha sido ni será una excepción. Para bordearla se precisa de conversaciones, recomendaciones y entregas de carácter económico, al objeto de conseguir el fin deseado. De la implicación de un personaje singular, Alejandro Lerroux García, involucrado en todos los «affaires de signo dudoso» de aquella época, en cualquiera de los ministerios que estuvo destinado, se destaparon varios casos los cuales iban acompañados del lucro personal. En este asunto que originó el término estraperlo, apareció como cabeza de turco e instigador principal un sobrino.
Alejandro Lerroux García pasó por diversos gabinetes en diferentes gobiernos. Cuando llegó al Ministerio de Asuntos Exteriores, alguien dijo de él: l «Aquí no podrá sustraer nada, ya que en este Ministerio, no se mueve dinero».
La Real Academia nutre nuestro diccionario de aquellos nombres que espontáneamente y cotidianamente se emplean en su uso diario. En este caso no fue una excepción, nacido del hecho antes narrado, y tomando parte del nombre de los dos protagonistas, Strauss y Perlo formando uno solo, criterio que no ha continuado, afortunadamente para los académicos, porque vista la actualidad defraudadora en nuestro país, trabajo tendrían.
Fuente: www.diarioelcanal.com