Las sospechas provendrían de los datos que la compañía está obligada a compartir con las autoridades chinas, quienes obtendrían información sobre el estado de las cadenas de suministro occidentales, así como de sus vulnerabilidades.
El servicio de inteligencia belga se encuentra investigando el hub logístico que Alibaba tiene en el aeropuerto de Lieja por un posible caso de espionaje, según informa el medio estadounidense Financial Times. Las autoridades investigan el traspaso de información relacionada con los flujos de la cadena de suministro al gobierno de Pekín, que podría hacer uso de estos datos de manera no comercial.
La preocupación de las autoridades belgas por las imperantes leyes chinas, que obligan a las empresas a compartir datos con las autoridades del país, quedó patente el pasado julio, cuando entró en vigor una nueva ley para controlar las inversiones extranjeras en infraestructura crítica.
Sin embargo, las relaciones con compañías extranjeras -y especialmente chinas- viene de mucho antes. Alibaba, la compañía liderada por Jack Ma, firmó en 2018 un acuerdo con el aeropuerto de Lieja para operar el hub logístico de su terminal de carga. Desde este centro logístico se controlan y gestionan la mayoría de productos comprados por clientes de diferentes países de Europa a través de AliExpress.
Posible “espionaje” en el hub logístico de Alibaba
Las autoridades ya se mostraron contrariadas con la apertura del centro, pero tras su puesta en marcha, y debido al gran volumen de mercancía y datos con los que cuenta la compañía, el servicio de seguridad belga se encuentra investigando el traspaso de datos sensibles al gobierno chino.
El de Lieja es el único centro logístico del continente controlado por una compañía china como es Cainiao. El brazo logístico de Alibaba cuenta aquí con un centro de operaciones de 30.000 m2, que estaría valorando ampliar hasta llegar a los 100.000 m2.
A pesar de las declaraciones de la compañía china, que asegura que está cumpliendo con todos los protocolos de seguridad europeos, los expertos consideran que los datos obtenidos están brindando “mucha información sobre las cadenas de suministro y posibles vulnerabilidades” así como sobre “cambios importantes en los patrones de consumo”, según recoge el citado medio financiero.
En un contexto en el que el papel de China está comenzando a perder peso en las cadenas de suministro a nivel global, esta información podría resultar de mucha utilidad a Pekín con el fin de reposicionarse.