En los pasados días 19 de julio y 15 de agosto, dos buques que casualmente pertenecen a la misma naviera, el CMA-CGM BEJAMNIN FRANKLIN, y EL CMA-CGM BELEN, ambos buques portacontenedores, el primero de ellos un megamax de 18.000 TEU y el segundo de 13.200TEU, perdieron 44 y 99 contenedores en la mar durante fuertes tormentas en ambos casos en la zona del sudeste de África, (Republica Sudafricana), a la salida del Canal de Mozambique, en la región de Richard’s Bay.
La punta más al sur de África es el cabo Agulhas, nombrado así por los portugueses en sus navegaciones hacia la zona de las especias; fue precisamente Bartolomeu Dias quien dio la primera vuelta al Cabo de Buena Esperanza, y lo llamó Cabo de las Tormentas; pero fue el rey Juan II de Portugal, quien en una decisión de claro marketing político“, lo llamó Cabo de Buena Esperanza, lo que probablemente hacía suponer menos arriesgado el viaje en la carabelas desde Portugal hasta las islas de las especias.
La cuestión es que el Cabo de Buena Esperanza se encuentra en los 34 grados y 21 minutos latitud sur, muy cerca ya de la zona de los 40 grados Sur conocida por los navegantes españoles como “los cuarenta bramadores” cuya denominación, hoy mas extendida es la de “los cuarenta rugientes” (roaring forties) y es que, en esta región del planeta, los vientos del oeste circulan libremente por la mar a toda lo largo de la geografía terrestre excepto la barrera que supone la Patagonia. Vientos muy potentes que originan mares espectaculares como se ve en las imágenes que transmiten los medios de regatas como la Vendee Globe.
Digamos también que, en la zona de la caída a la mar de los contenedores citada anteriormente, transcurre una de las corrientes marinas mas potentes del mundo, la corriente de Agulhas, que fluye desde la costa oeste de Madagascar, por el canal de Mozambique hasta el cabo Agulhas, desde donde una parte pasa al Atlántico (corriente de Benguela) y otra vira al sur para girar inmediatamente hacia el norte a generar de nuevo la corriente original de Agulhas.
El Cabo de Buena Esperanza, zona de confluencia pues de vientos y corrientes cálidas (con una gran evaporación), que producen justamente las tormentas que sufrió Bartolomeu Dias y que dieron lugar al primer nombre. Tormentas que se originan en la fachada del océano Índico en el seno de potentes áreas de bajas presiones, que producen mares de gran intensidad, temporales en la clasificación de viento y mar conocida como Escala de Beaufort (ver cuadro)
Esta situación, de un fuerte temporal, es lo que se han encontrado los buques de CMA-CGM y producido la caída al mar de los contenedores debida muy posiblemente a la resonancia paramétrica (parametric Rolling),situación ésta que se da cuando se sincronizan dos movimientos del buque en el momento de afrontar mal tiempo de proa o de popa: el balance y el cabeceo; la escora del buque es entonces muy potente (llega en algún caso a los 30 grados) y los contenedores que se encuentran sobre la cubierta en las alturas superiores sufren esfuerzos insoportables en sus trincajes, algunos de los cuales fallan, y el contenedor cae al agua. El caso más famoso de los últimos años lo protagonizó el ONE APUS, portacontenedor de 14.000 TEU de la naviera ONE, que en viaje desde Japón a la costa oeste de USA, el 30 de noviembre de 2020, perdió 1900 TEU (Naucher 14.12.2020), accidente ocasionado por un fuerte temporal.
Concluimos que probablemente se continuarán produciendo pérdidas de contenedores en la zona durante el invierno austral, que es la época en la que se generan estas fuertes tormentas. Y eso, mientras no se cambien los materiales usados en el trincaje así como los métodos, extremos ambos ya estudiados por expertos británicos.
Puede leer la noticia original en el siguiente enlace: https://www.naucher.com/el-cabo-de-las-tormentas-y-las-perdidas-de-contenedores/
Fuente: por Alonso Contreras / www.naucher.com
