
La historia de las TI no sería la misma sin un invento fundamental, que surgió desde el ámbito militar y contó con el impulso clave del sector académico. Así fue cómo se creó internet.
La historia de la creación de internet es la de múltiples avances relacionados entre sí, que van permitiendo desarrollos consecutivos hasta llegar al escenario actual. Habitualmente se sitúa este origen en el proyecto ARPANET, siglas en inglés de red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados. ARPA (en la actualidad, DARPA) se creó en 1958 dentro del Departamento de Defensa de Estados Unidos, en plena Guerra Fría entre este país y la Unión Soviética. Como explica Paula Lamo, directora del Máster en Internet de las Cosas de la Universidad Internacional de La Rioja, “Estados Unidos estaba inmerso en la guerra tecnológica con la Unión Soviética y el miedo a un ataque nuclear hacía necesario a nivel estratégico contar con un sistema de comunicación descentralizado y robusto”. Eso sí, como la propia Lamo incide, esto “no surgió de nada”.
Los fundamentos de ARPANET
Porque, si bien se considera ARPANET el proyecto fundacional de internet, las bases para su desarrollo venían ya poniéndose desde años antes. Indudablemente, sin los avances en informática, como los primeros ordenadores, o incluso sin la evolución en comunicaciones, con teletipos, teléfonos o dispositivos múltiplex, sería difícil hablar de internet. Más allá de esto, Juan Quemada, catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid y miembro del Foro Histórico de las Telecomunicaciones, identifica un año clave: 1945. Este es el año cuando John von Neumann crea la arquitectura sobre la que aún a día de hoy se estructuran los sistemas informáticos, en la que programas y datos se almacenan en la misma memoria que el procesador. “Esto provoca un enorme boom tanto de la industria del ordenador como en su uso”. Universidades, empresas y administración quieren tener sus equipos, pero resultan muy costosos y están infrautilizados.
Es en este escenario en el que en 1962 nombran a Joseph C. R. Licklider como el primer responsable de la oficina de técnicas de procesamiento de la información de ARPA. Licklider, quien ya había postulado sus ideas sobre una “red galáctica”, propone un reto a la comunidad investigadora: crear una red interconectada de ordenadores a través de la que se pudiera acceder a cualquier información o programa. Su paso por la agencia es breve, menos de dos años, pero servirá para convencer a un número importante de investigadores de la importancia de su idea. Para su desarrollo hacían falta otras tecnologías, como el sistema de conmutación de paquetes, “un concepto que habían trabajado ya tres investigadores de forma independiente”, explica Lamo. “Ellos eran Paul Baran, Donald Davies y Leonard Kleinrock”.
Es llamativo este desarrollo en paralelo. Paul Baran trabajaba para la Corporación RAND, un think thank vinculado a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos creado en 1948. Baran concibió la conmutación de paquetes como vía para que las infraestructuras de comunicaciones aguantasen un ataque nuclear, en el contexto de la Guerra Fría. Publicó los primeros estudios sobre el tema entre 1960 y 1962, que reunió en el volumen ” On Distributed Communications” en 1964.
Por otra parte está Donald Davies, un científico de Gales que trabajaba en el Laboratorio Nacional de Física de Reino Unido. En 1965 viaja a Estados Unidos a dar un seminario en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Ahí entra en contacto con la idea de la red galáctica de Licklider y, más en concreto, con las deficiencias en la comunicación de datos: será poco después cuando plantee la solución, en la forma de un sistema básico de conmutación de paquetes. Él mismo introduciría este último término en uno de sus artículos sobre el tema. Como explicaba Larry Roberts, otro de los padres de internet, de resultas de este artículo se le dará una copia del trabajo de Baran.
¿Y Leonard Kleinrock? Este científico presentaría su propuesta de tesis en 1961 en el MIT, en la que plantea la teoría matemática de las redes de paquetes; el primer trabajo sobre el tema, según un artículo sobre el origen de internet en el que figuran varios de estos padres. La tesis, que en 1964 saldría como libro, analiza la teoría de colas aplicada a las redes de comunicaciones.
De ARPANET y las otras redes a internet
“La red de paquetes no era algo completamente nuevo”, incide Quemada, “era simplemente una mejora de lo que entonces eran las redes de conmutación de mensajes”; esto es, las anteriores redes empleadas para mensajería; por ejemplo, los telegramas. “La conmutación de paquetes lo que hace es trocear estos mensajes en paquetes pequeñitos y enviarlos independientemente unos de otros. Esto hace que la eficiencia en el uso de estas redes sea muchísimo mejor y que el precio de enviar mensaje sea muchísimo más barato”. “Es un pequeño cambio”, explica, “pero un cambio que lo cambia todo”.
1945 es el año cuando John von Neumann crea la arquitectura sobre la que aún a día de hoy se estructuran los sistemas informáticos, en la que programas y datos se almacenan en la misma memoria que el procesador
La idea de crear una red intergaláctica continuaba resonando en ARPA y en 1967 se da otro paso decisivo en este sentido: se nombra a Larry Roberts coordinador de proyectos. Él será el responsable del arranque propiamente dicho de ARPANET, en el que contará con la colaboración de Davies y Kleinrock, junto con un grupo importante de investigadores y académicos, junto con empresas. En menos de dos años se desarrolla el primer prototipo de una red para compartir información: el 29 de octubre de 1969, se envía el primer mensaje desde un ordenador de la universidad de California Los Ángeles, la UCLA, al Stanford Research Institute. “Querían enviar la palabra LOGIN y la red colapsó al enviar las dos primeras letras”, cuenta Lamo: el primer mensaje que se mandó por internet fue LO. Para finales de ese mismo año, la red tendría cuatro nodos: estos dos más las universidades de California Santa Barbara y la de Utah.
“Cuando la gente empieza a verla funcionar”, cuenta Quemada, “provoca que todo el mundo quiera tenerla, que todas las empresas se pongan a desarrollar redes”. Esto lleva a la creación de múltiples redes incompatibles entre sí. “Aparece lo que se llama el típico problema de la Torre de Babel, pero en el mundo de los ordenadores”. Entre ellas está, por ejemplo, MILNET, la red militar del ejército de Estados Unidos. O CSNET, centrada en llevar internet a aquellas instituciones académicas sin ARPANET. Hacía falta algo que permitiese unificar todas estas infraestructuras.
En ARPA eran plenamente conscientes de esta necesidad. En un primer momento se había empleado un protocolo NCP, siglas de Network Control Program, para establecer comunicaciones entre dos hosts. Los científicos Bob Kahn y Vinton Cerf comienzan a desarrollar los planes para un protocolo entre redes, “internetwork protocol” en inglés: internet en corto. Este se implementa en 1974 y se conoce como Transmission Control Program. Es la primera versión de lo que dará en TCP/IP. “Hasta que el proyecto no evolucionó más e incluyó el protocolo NCP en los años 70, no hubo una aplicación real de ‘comunicaciones en red’. Una década después, migraron el sistema a TCP/IP e hicieron que el sistema fuera interconectable con redes más allá de la propia ARPANET”, resume Lamo. Así, el 1 de enero de 1983 se completa la migración de NCP a TCP/IP. Nace internet.
España se conectaría dos años más tarde, en 1985; precisamente, Quemada fue uno de los impulsores de este hito. “Internet se expande primero entre las universidades”, explica. En su caso, “estábamos entrando en proyectos europeos y necesitábamos un servicio de email”, uno de los primeros servicios que permitía aquella red. El primer nodo español de la red EUnet se instalará en la ETSIT-UPM y ese mismo año se implementará el protocolo TCP/IP.
Pero España había sido pionera ya mucho antes en estos temas, como recuerda Quemada. En 1971, Telefónica había desarrollado la Red Especial de Transmisión de Datos, la primera red pública de datos del mundo, empleando los principios de diseño de ARPANET. “Es la primera red comercial que hay en el mundo”, recuerda, y se hizo aquí.
Impacto a futuro
Aunque aún tenían que llegar otros personajes, como Tim Berners-Lee, y otros avances, para que internet se convirtiese en el instrumento que reconocemos hoy en día, en su época ya tuvo un impacto importante. Pero ¿había consciencia en aquel momento del potencial que podía tener? “Creo que lo que había era una idea, más que una consciencia”, explica Lamo. “No creo que tuviesen una visión de exportarlo a nivel global y el impacto que el sistema iba a tener como base del futuro internet”. Aunque sí recuerda que hubo “visionarios en la época que augurasen de alguna manera el futuro”, entre los que cita a Licklider o a Douglas Engelbart, padre del ratón y los sistemas hipertextuales, quien “hablaba de un sistema global de colaboración”.
Aunque aún tenían que llegar otros personajes, como Tim Berners-Lee, y otros avances, para que internet se convirtiese en el instrumento que reconocemos hoy en día, en su época ya tuvo un impacto importante.
Quemada matiza. “Se tenía el impacto de que esto iba a ser muy importante, pero nadie preveía que iba a provocar lo que se llama una revolución tecnológica, que es la revolución TI”. Ni los propios padres de la tecnología lo visualizaban, como ellos mismos han admitido, recuerda.
“Hubo muchas claves, muchas “buenas decisiones” que en su conjunto nos han traído hasta aquí”, considera Lamo. “Plantearlo el proyecto desde el principio como un sistema descentralizado, sin depender de una única entidad controladora, fue el germen para garantizar su expansión y la adaptación del ecosistema que se creó. Migrar a TCP/IP también fue un gran salto, porque garantizó la interoperatividad entre redes y que todo el mundo hablase el “mismo idioma” para poder entenderse. Pero no podemos infravalorar la importancia que tuvo, posteriormente, el desarrollo de HTTP, la aparición de la Word Wide Web (WWW), la liberación de Internet en el 95 (cuando el gobierno de EEUU dejó de controlar su infraestructura) y los avances que hemos tenido en la última década en capacidad de transmisión de datos (la infraestructura de fibra óptica y las redes móviles que tenemos ahora)”. Pero esa es una historia para otro artículo.
Puede leer la noticia original en el siguiente enlace: https://www.computerworld.es/article/3831236/historia-de-las-ti-el-origen-de-internet-una-historia-de-necesidades-militares-y-cientificas.html