BCL considera un error no incluir en las ayudas de la UE al Corredor Mediterráneo

Las ayudas que aprobó el pasado miércoles la Comisión Europea (CE) para los programas ferroviarios han levantado las primeras reacciones de las entidades que se consideran no favorecidas en el reparto acordado. Así, el gerente de Barcelona-Catalunya Centre Logístic (BCL), Xavier Ribó, explicó ayer que “la ayuda -cercana a los 70 millones de euros- a la línea Perpignan-Figueres es positiva, sin embargo no se habla en ningún sitio del corredor Mediterráneo que debe ser la salida de las mercancías de España a Europa, y tampoco hay ayudas para el enlace ferroviario entre Perpignan y Montpellier”. Para Ribó “es un error que no haya habido una potenciación de la línea por el Mediterráneo ya que es muy importante porque más del 60% de la carga en España se mueve por los puertos de la cornisa Este”.

El responsable de BCL sí destacó, dentro de las ayudas a las redes transeuropeas, “los 56 millones que se aportan a la línea ferroviaria entre Lille y Montpellier ya que es fundamental que se pueda desdoblar, porque en estos momentos está prácticamente saturada. No obstante es un proyecto de entre 1.200 y 1.300 millones y la ayuda es prácticamente residual”.

En este mismo aspecto, el lobby Ferrmed, que promueve la creación de esta línea ha pedido por escrito a los grupos políticos con representación parlamentaria que en la revisión de los proyectos prioritarios europeos que se inicia el próximo año y finaliza el 2010, se incluya el Corredor Mediterráneo completo, es decir las líneas Cádiz/Algeciras-Málaga-Almería/Granada-Murcia/Cartagena-Alicante-Valencia-Castellón-Tarragona-Barcelona-Girona-frontera francesa.

Según la carta de la entidad, “este Eje afecta de forma directa al 50% de la población española, así como al 50% del Producto Interior Bruto (PIB) y de la producción agrícola e industrial, al 60% de las exportaciones al resto de Europa y al 65% del tráfico marítimo, sin contar Canarias”.

Para Ferrmed este corredor es “un verdadero eje integrador de la Unión Europea” con una alta incidencia intermodal (une los frentes portuarios marítimos y fluviales más importantes de Europa); socioeconómica (incide sobre más del 50% de la población y más del 60% del PIB de la Unión); estratégica (interconecta todos los corredores Este-Oeste, facilita el tráfico a través de las autopistas del mar, con el norte de África y otros destinos) y medioambiental (su pleno desarrollo, permitiría que el ferrocarril absorbiera hasta un 35% del tráfico terrestre).