Puerto de Barcelona y operador económico autorizado

El director del puerto de Barcelona, Josep Oriol, ha reconocido su descontento con la aparición del nuevo certificado europeo del Operador Económico Autorizado, ya que supone “una regulación sobre otra”.
Así lo afirmó ayer el responsable del puerto durante una conferencia sobre esta nueva figura en la que participaron entre otros, Nicolás Bonilla, director general de Aduana; Felipe Rodrigo, subdirector de Aduana; Antonio de la Ossa, jefe de la dependencia regional de Aduanas e Impuestos Especiales de Aduanas de Catalunya; Alberto Monreal, socio responsable de Impuestos Indirectos de Landwell-PwC y Ángel Velilla, representando a Nissan.
Oriol admitió que “soy crítico, pero una vez asumido lo que hay que hacer todo es adaptarse”. Para el director del puerto, la incorporación del OEA “va a ser un dolor de cabeza muy importante para la mayoría de empresas exportadoras e importadoras” que tendrán que aceptar una normativa tan estricta como las de EE.UU.
Oriol remarcó que este certificado hará que la competencia entre las dársenas europeas sea más fuerte. Por lo que aboga por “hacer un lobby para que haya una aplicación uniforme” en todos los puertos de la UE. En este sentido, espera que otros puertos no aprovechen la circunstancia de ser OEA frente a los que no lo sean y que “suponga un extracoste” para un puerto adoptar las medidas necesarias para hacerse con el certificado, mientras la mercancía “se puede pasar por otro lado” perdiendo así clientes.
De este modo, la autoridad portuaria apuesta por tomarse el certificado como una nueva norma, una nueva oportunidad “que sirva para que haya un seguimiento” de que se cumplen con los requisitos.
El responsable de Nissan, por su parte, quiso aliviar este tono y pese a que afirmó que el OEA “tampoco nos gusta mucho, queremos mantener las ventajas que tenemos ahora” y no tener el certificado podría suponer perderla.