Desarticulada red dedicada al robo de camiones

La Guardia Civil ha detenido a 11 integrantes de una red organizada dedicada al robo de camiones. En el transcurso de la operación se han registrado 11 naves industriales en Madrid, Valencia y Navarra y se ha recuperado material valorado en un millón de euros. A los detenidos se les imputan los delitos de hurto, denuncia falsa, estafa y receptación y se han esclarecido 19 hechos delictivos.

La operación, denominada «Lou Lou», comenzó en noviembre del pasado año, a raíz de una denuncia interpuesta por un camionero al que le robaron el camión en Burgos. Según el denunciante, estas personas se identificaron como policías y le obligaron a introducirse en su vehículo mientras la otra persona se llevaba el camión.

Tras las primeras investigaciones, los agentes detectaron irregularidades en la denuncia presentada, ya que comprobaron que el vehículo no había salido de Madrid, por lo que se determinó que había sido el propio denunciante, con la colaboración de un cómplice, el que había robado el vehículo y la carga. Días más tarde, la Guardia Civil recuperó el vehículo abandonado y vacío, y se procedió a la detención de esta persona y su cómplice como autores de los delitos de hurto y denuncia falsa.

A continuación, se investigó el destino de la mercancía desaparecida. Se localizó en Madrid una empresa de almacenaje cuya actividad principal era la compra-venta de objetos procedentes de subastas y liquidaciones, en la que no concordaba el volumen y la variedad de la mercancía declarada con la que realmente almacenaba. Así, se procedió a la detención del regente de la empresa y de ocho personas más en Madrid, Valencia y Navarra y a la incautación de diverso material. Asimismo, la Guardia Civil ha recuperado numerosos camiones, semirremolques, contenedores de transporte y gabarras sustraídos.

Modus operandi
La organización detenida actuaba de tres formas. Disfrazados de policías, interceptaban un vehículo en tránsito y, mientras retenían o distraían al chófer bajo el pretexto de un control policial, sustraían el camión y abandonaban al conductor.

Otra forma era abordar a los camioneros en algún punto del trayecto, a los que agredían y sustraían el vehículo y la carga. Por último, una tercera modalidad consistía en que el transportista se ponía de acuerdo con un cómplice para que se hiciera cargo del transporte y la mercancía en algún punto previamente acordado y luego presentaba una denuncia simulando alguno de los supuestos anteriores.

La mercancía obtenida se enviaba a un punto de almacenaje (aparentemente legal) donde la depositaban y distribuían a terceras personas para introducirlas nuevamente el mercado.