El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, ha comunicado formalmente que el Gobierno francés de nuevo vuelve a retrasar la entrada en vigor del cobro de la ecotasa por el uso de las carreteras francesas.
La medida, que debería haberse puesto en marcha inicialmente en junio de 2013 y que desde entonces ha provocado numerosas movilizaciones, ha sido pospuesta en varias ocasiones, hasta la suspensión final por parte del Gobierno galo este martes.
Los diarios franceses se hacían eco este martes de que la ecotasa corría peligro, ante la difícil tesitura de ceder al chantaje de los manifestantes y perder mucho dinero invertido, o verse sometido a la presión política de Bretaña y otras regiones en rebeldía.
Finalmente el primer ministro francés, el socialista Jean Marc Ayrault, ha anunciado “la suspensión, aunque no la supresión definitiva de la ecotasa para seguir dialogando“, tras reunirse con las autoridades de Bretaña.
El Gobierno francés había rebajado ya para los bretones el gravamen a 6, 5 céntimos/km, en lugar de los 13 céntimos/km que hubieran pagado de promedio los camiones de más de 3, 5 toneladas en el resto del país, salvo alguna otra excepción en el sur de Francia.
“La ecotasa debe ser corregida“, ha explicado Ayrault, haciendo hincapié en que para corregirla “sólo hay un medio, y es el diálogo“.
Inversión de 800.000 millones
El sistema de cobro de la ecotasa francesa estaba previsto para desplegar a lo largo de más de 10.000 kilómetros de carreteras que forman parte de la red nacional no sujeta actualmente a peaje, así como sobre otros 5.000 kilómetros adicionales de la red local de carreteras, aplicándose a todos los vehículos de transporte de mercancías de más de 3’5 toneladas de MMA.
Los cálculos iniciales hablaban de que afectaría a unos 800.000 camiones de más de 3, 5 toneladas, unos 200.000 de ellos extranjeros, que circulan por carreteras de uso gratuito.
Para el cobro del impuesto, en función del tipo de vehículo y de los kilómetros recorridos en una horquilla desde los 6, 5 hasta los 14 céntimos de euro/km, los vehículos pesados deben llevar un sistema de localización vía satélite, que permite el cobro automático al paso del camión por los puntos de control desplegados a lo largo de las carreteras francesas objeto de la nueva tasa.
Hasta el momento se llevan invertidos ya 800.000 millones de euros en la infraestructura de pórticos para la detección de los camiones y en el sistema electrónico, que se perderán si la ecotasa finalmente no se establece.
Oposición de las asociaciones de transportistas
España es uno de los países más afectados por la ecotasa. La gran mayoría de los más de 100.000 camiones españoles autorizados para realizar transporte internacional, en los flujos de transporte de mercancías por carretera con origen o destino la Unión Europea, utilizan la red viaria francesa.
A este respecto Fenadismer considera discriminatorio el sistema establecido en la normativa francesa por el que se permite al transportista repercutir dicha tasa en su cliente, ya que deja fuera de dicho ámbito de aplicación a los transportistas cuyos clientes estén situados fuera del territorio francés, lo que ocurre en la mayoría de los servicios de transporte realizado por los transportistas españoles.
Fuente: cadenadesuministro.es