Con el nombramiento de Ségolène Royal como nueva ministra de Ecología, se inica una nueva etapa, tras anticipar que quiere “revisar” el sistema de la ecotasa, aunque ya ha reconocido que “estamos en una crisis económica y algunas empresas podrían sufrir si no tienen alternativas”.
Tras los últimos cambios habidos en el gabinete del gobierno francés de Francois Hollande, la nueva ministra de Ecología, Ségolène Royal, responsable de todo lo relacionado con el controvertido proyecto de implantación del sistema de la ecotasa para vehículos pesados en las carreteras francesas, ha declarado este pasado jueves 3 de abril que quiere “revisar” el sistema de la ecotasa, con el objetivo de ver “cuáles son las otras posibilidades para generar ingresos que sufraguen el desarrollo del ferrocarril y el mantenimiento de las carreteras“.
Aunque esta primera aproximación al asunto de la ecotasa francesa ya ha desencadenado las primeras reacciones, la nueva ministra de Ecología, ha considerado que “hay que tomarse un tiempo antes de adoptar una decisión” y no quiere “que la causa del medio ambiente se resuma en impuestos suplementarios”.
Tras la idea de la ecotasa “hay buenas razones”, en concreto, el principio de que “el que contamina, paga”, apunta Royal, “pero estamos en una crisis económica y algunas empresas podrían sufrir si no tienen alternativas”. Por ello, “la cuestión antes de imponer un nuevo impuesto es qué empleos se van a crear, cuáles se van a destruir y qué beneficios medioambientales ofrece”, ha señalado Royal.
Reacciones
No obstante, estas declaraciones han causado un gran revuelo en el ámbito político. dando por hecho desde diversos ámbitos de la izquierda gala, que “la sobredosis de impuestos ha matado la ecotasa”.
Por su parte, Christian Troadec, uno de los líderes de los ‘Bonnets Rouge’, un movimiento de protesta surgido en octubre de 2013 para protestar contra este impuesto, ha pedido “prudencia” después de estas declaraciones Royal, y ha recordado que “lo que estamos pidiendo es el mantenimiento de carreteras libres de peajes en la Bretaña y, por lo tanto, la abolición definitiva de la ecotasa”.
La ecotasa, una idea de Nicolas Sarkozy
La idea de este impuesto surgió, por iniciativa de Nicolas Sarkozy en 2007. Inicialmente su entrada en vigor estaba prevista para el 2013, con la idea de imponer una tasa a los transportistas franceses y extranjeros con vehículos pesados, en ciertas carreteras, de las que se excluían las autopistas de peaje.
Su objetivo era animar a las empresas a utilizar modos de transporte de mercancías menos contaminantes, mientras que los ingresos se utilizarían para financiar muchos proyectos de infraestructuras que se habían suspendido.
Tras las numerosas protestas surgidas desde diferentes ámbitos, su puesta en marcha se retrasó en varias ocasiones y por motvos diferentes, hasta que, el pasado 29 de octubre de 2013, el ex primer ministro Jean Marc Ayrault, decidió suspender temporalmente su aplicación al menos hasta 2015.
No obstante, abandonar la idea de la ecotasa quizá no resulte tan beneficiosa. Según apuntan algunos medios franceses, el gobierno ya se habría planteado esta posibilidad en 2012, descartándose en seguida, ya que el Estado debería responsabilizarse, no sólo de 100 millones de euros por los impuestos recaudados, si no que tendría que abonar unos 790 millones de euros al consorcio que ganó el concurso para gestionar el impuesto medioambiental.
Fuente: Cadena de suministro