Francia se une a Alemania en la lucha contra la competencia desleal y tiene previsto exigir a todos los conductores profesionales que hagan operaciones de cabotaje en un transporte internacional, que certifiquen que cobran el salario mínimo en vigor en Francia, independientemente del país de origen del trabajador.
Desde el 14 de febrero, la Ley Macron (por el nombre del ministro de Economía e Industria francés) incorpora una enmienda que pretende quetodo conductor que efectúe operaciones de cabotaje con ocasión de una misión de transporte internacional, se beneficie de las normas sociales y del salario mínimo en vigor en Francia.
De esta manera, los transportistas extranjeros que hagan trabajar en Francia a conductores sin presentar prueba documental que certifique el salario mínimo en el país (9,61 euros por hora trabajada), podrán ser llevados a los tribunales franceses de los social acusados de «trabajo ilegal«.
La ley establece una sanción de entre 150.000 y 500.000 euros por fraude al salario mínimo. Fracia estima en 200.000 el número de trabajadores ilegalmente desplazados en su territorio desde el extranjero.
Fuente: Transporte profesional