Las compañías del sector del transporte tanto terrestre como marítimo y aéreo, deberán analizar sus debilidades y fortalezas para hacer frente a la nueva situación.
El comercio mundial es el principal motor del transporte de mercancías en el ámbito marítimo, terrestre y, en menor medida, aéreo, según recoge el informe de Euler Hermes, filial de Allianz especializada en seguros de crédito, que analiza las tendencias, evolución y resultados del comercio global y cómo afectan al sector del transporte.
El documento establece que uno de los objetivos principales del transporte de mercancías es la capacidad para poder transferir el creciente precio del petróleo a los clientes y manifiesta que las compañías deben prepararse para un próximo incremento.
El comercio mundial ha perdido impulso desde la crisis, retrocediendo hasta un crecimiento del 1,2% en 2016, comparado con la media de 6,8% que se registró entre 2003 y 2008. En ese periodo, las compañías han invertido masivamente para aumentar su capacidad y hacer frente a la creciente demanda registrada en esos cinco años, pero los continuos altibajos han afectado a los precios.
Por su parte, el índice marítimo del Mar Báltico ha repuntado en noviembre de 2016, alcanzando 1.200 puntos gracias a la acumulación en China de mineral de hierro procedente de Brasil y Australia. Sin embargo, ha empezado a reducirse en diciembre de 2016 situándose en el entorno de los 850 puntos a finales de enero de 2017, lo que supone un claro descenso en comparación con el máximo de 2.230 registrado a finales de 2013.
En este contexto, está previsto que el precio del petróleo aumente hasta alcanzar los 54 dólares (51 euros) por barril, lo que podría reducir a un 7,9% el beneficio neto de la facturación de 2017.
Debilidades y fortalezas del transporte
El sector del transporte, en el que Estados Unidos, Japón y Alemania se mantienen como los tres principales productores, deberá hacer frente a varios desafíos, entre los que se incluye el número creciente de limitaciones ambientales que aumentan los costes operativos o el desarrollo de actividades relacionadas con el servicio para mejorar los niveles de rentabilidad.
Entre las fortalezas que posee actualmente se encuentra la expansión del transporte aéreo, que ha crecido un 6% en el último año. Recientemente, ha concluido la reestructuración de las aerolíneas estadounidenses, con la que las compañías han podido recuperar su margen de mejora.
Por su parte, entre las debilidades que afectan al sector se encuentra el exceso de capacidad en el transporte marítimo, que se ha visto agravado por la desaceleración del comercio mundial. También se ha visto afectado por los cambios estructurales que actualmente está experimentado la industria europea del transporte aéreo.
Asimismo, conviene destacar el elevado número de pymes que existe actualmente en el sector del transporte por carretera, con un bajo poder de negociación respecto a los precios.
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