Desde el inicio de la pandemia de Covid-19, la cadena logística marítima ha sufrido múltiples tensiones que la han puesto en peligro debido, sobre todo, a la “alteración de la demanda y a la nula actitud de servicio por parte de las grandes alianzas marítimas”, según denuncia Feteia.
El 16 de diciembre de 2020, Maersk anunció que se reserva el derecho de cesión de los contenedores de importación en el Puerto de Barcelona desde el 15 de enero de 2021, práctica que ya lleva realizando un tiempo en el Puerto de Algeciras, como SeaLand.
Para la federación de transitarios Feteia, “este nuevo anuncio supone un paso más en las iniciativas de carácter oligopólico llevadas a cabo en los últimos tiempos por las navieras: siete de los grandes armadores de contenedores controlan el 75% del mercado y 15 de las 27 alianzas están por encima del 30% permitido de dominio de mercado.
Es también un nuevo paso de aprovechamiento de una situación ventajosa para tratar de dejar sin margen de actuación a los operadores económicos cuyo resultado final será el empeoramiento de los servicios prestados.
Las consecuencias serán directas para los consumidores finales de los bienes y para todo el sector económico marítimo-logístico, con la posible destrucción de buena parte del mercado y de sus estructuras básicas de funcionamiento”.
Maersk ha cambiado las normas de actuación en el Puerto de Barcelona
La federación considera que “no cabe duda que una decisión como esta reducirá el número de prestadores de servicios y, por lo tanto, reducirá las opciones de mercado, afectando directamente a la calidad de la libre competencia. Estas iniciativas generan, a medio o largo plazo, un empeoramiento de la calidad del servicio y un encarecimiento de los precios que, en última instancia, afectará a todos los consumidores”.
Fuente: www.transporteprofesional.es