En los próximos cinco años, se prevé que las multinacionales del sector eólico incrementen sus ingresos procedentes de parques eólicos offshore, incluso por encima de los derivados de sus instalaciones terrestres. Hemos sido testigos recientemente, incluso del cierre de empresas que fabricaban componentes para la eólica terrestre en España, mientras se potenciaba la manufactura de componentes para el espacio marino.
Según análisis de consultoras especializadas como JP Morgan o Citi, la evolución tecnológica de las turbinas hacia el modelo de 14 MW, con un diámetro de rotación de 222 metros y palas de hasta 108 metros, será la responsable de este impulso definitivo al sector offshore. Dimensiones colosales para una sistema capaz de proporcionar récords de producción de energía.
La Estatua de la Libertad de Nueva York cuenta con 46 metros de altura, menos de la mitad que una de estas palas. Cada uno de estos aerogeneradores puede abastecer de electricidad a más de 3.300 viviendas al año y reducir las emisiones de CO2 en 76.000 toneladas. Con estas dimensiones, un molino offshore generaría lo equivalente a dos en tierra, con menos limitaciones de espacio y acceso.
Europa está apostando decididamente por este del sector, siendo el mercado más desarrollado con unos 32 GW instalados. En los próximos cinco años se invertirán mas de 5.000 millones de euros en seguir aumentando los parques marinos europeos. Le sigue Estados Unidos.
El segmento offshore presenta un crecimiento estructural y es clave para el futuro desarrollo y producción de hidrógeno verde. Almacenar la electricidad sobrante es tecnológicamente un problema, pero generar con esta hidrógeno verde y acumularlo después, resulta francamente interesante desde un punto de vista ambiental.
Son razones contundentes que están contribuyendo al aumento de inversiones en el sector. La eólica marina es capaz de crear parques con una capacidad de generación de 500 MW. Son cifras importantes que ayudan a amortizar estas instalaciones en plazos razonables.
Cuando la profundidad del lecho marino puede representar una limitación, no permitiendo el fondeo de los aerogeneradores, se está empleando la eólica flotante con buenos resultados. Este sector también esta experimentando un importante desarrollo y se acerca cada vez más a números competitivos para las empresas desarrolladoras. En España las soluciones basadas en eólica offshore flotante, son absolutamente esenciales por la caracterización batimétrica. También en los archipiélagos.
¿Desde un punto de vista operativo y logístico, cómo se preparan los recintos portuarios para afrontar el reto de manejar piezas de estas dimensiones? Supone un desafío por dimensión y fragilidad, manejar estas partes de los aerogeneradores, también su instalación en el mar y posterior mantenimiento. Se precisa de maquinaria especifica y personal cualificado. Para su instalación y sostenimiento, buques especialmente preparados para estas operaciones.
Es un hecho el crecimiento continuado de los componentes de los aerogeneradores marinos. Este incremento dimensional no cesará, hasta que económicamente ya no sea rentable para los fabricantes o tecnológicamente imposible por la propia fatiga y durabilidad de los materiales. A nivel portuario, se precisa de grandes superficies, bien pavimentadas y sin obstáculos, para facilitar la manipulación y acopio.
EE.UU. y el gobierno del presidente Biden, apuestan para la reactivación económica, por esta tecnología con un plan de 12.000 millones de euros. Así mismo, Reino Unido se ha marcado el objetivo de que un tercio de su energía consumida en 2030 provenga de la eólica marina. En total en 2020, la eólica marina ha concentrado inversiones superiores a 26.300 millones de euros, con 112 parques operativos en 12 países. Los proyectos en El Mar del Norte, Báltico y Costas de Irlanda, suponen un importante adelanto.
No es buena opción quedar rezagados en esta carrera verde y tecnológica. Para ello, hay que ordenar cuanto antes los espacios costeros desde un punto de vista medioambiental y de protección de la biodiversidad, pero asimismo, agilizar las instalaciones y contribuir con ello a un ineludible proceso de descarbonización.
No lleguemos tarde al futuro.
Fuente: www.spanishports.es
