El ferrocarril, que une Madrid con la ciudad china de Yiwu, ha aumentado su actividad en más de un 52 por100 en lo que va de año. El retraso en los envíos y el aumento del valor añadido de los productos transportados son algunas de las consecuencias.
La situación actual de congestión del transporte marítimo y de aumento de los fletes está propiciando que muchas grandes empresas recurran a métodos alternativos para desplazar sus productos o materias primas. Una tónica que se está haciendo notar en el transporte ferroviario, concretamente en el que es el tren de mercancías más largo del mundo y une las ciudades de Madrid y Yiwu (China), el conocido como el «ferrocarril de la seda».
La ruta recorre un total de 13.052 kilómetros y atraviesa un total de ocho países: China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y España. En lo que va de año, ya han salido un total de 1.070 trenes en ambos sentidos, lo que implica un aumento interanual del 52,7 por 100 con respecto a las cifras del ejercicio anterior.
El crecimiento se produce de manera bidireccional, “tanto en el envío de mercancía desde China a Europa, como en la recepción de contenedores del país asiático”, explica a este medio el director general en España de la empresa responsable del tren, Carlos Santana.
Desde que la empresa Yixinou comenzara su andadura en 2014, año tras año ha ido consolidado su ascenso tanto en frecuencias, rutas, conexiones o volumen de contenedores, hasta llegar a transportar un total de 80.392 TEUs en 2020. Un incremento que lleva ininterrumpido desde la inauguración de la línea Madrid-Yiwu hace ya siete años. A dia de hoy, la demanda logística ha aumentado considerablemennte y desde Yixinou avisan: «El tren no puede absorber toda la demanda actual«.
Retrasos en los envíos
Y es que, las consecuencias de la pandemia y el actual contexto logístico también se han hecho notar en los desplazamientos de productos a través de ferrocarril. Las cuarentenas, la saturación, la falta de equipos o las alteraciones de las rutas y frecuencias han afectado a las empresas y también han hecho mella en el ferrocarril, retrasando el periodo medio de entrega de los envíos en algunas ocasiones.
“De media, podemos hacer el desplazamiento en unos 20 días, pero este año por las circunstancias extraordinarias hay veces que se ha retrasado hasta los 25”, señala el director general de Yixinou en España.
Estas demoras no supondrán problemas de cara a Navidad, pues la temporada de mayor actividad logística “es de julio a septiembre y los grandes centros de distribución ya están abastecidos”, explica Carlos Santana.
También se ha observado un ligero cambio en los productos desplazados, aumentando el valor añadido de las exportaciones de China. Aunque en 2020 se movió mucho material sanitario, este año se ha multiplicado especialmente el transporte de automóviles, electrodomésticos o tecnología. En el caso de las exportaciones de España a China, los productos agroalimentarios como el vino o el aceite, siguen siendo los más demandados.
¿Una alternativa al transporte marítimo y aéreo?
En el contexto de crisis del transporte marítimo y disminución del tráfico aéreo, el ferrocarril se convierte en «una opción muy competitiva, sobre todo entre China y Europa», tal y como señala Carlos Santana. La consolidación del transporte ferroviario como complemento al aéreo y al marítimo –continúa- es reflejo de una tendencia que lleva tiempo gestándose”, señala Santana, que remarca sobre todo la condición de “complementario”, pues “ningún medio de transporte puede sustituir a otro en logística, pero sí complementarlo», sentencia.
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