La sequía del Canal de Panamá, donde un armador ha llegado a abonar 2,4 millones para saltarse la cola, muestra la fragilidad del comercio
El Canal de Panamá se ha visto obligado a imponer limitaciones al calado de los buques y al número de tránsitos diarios por la persistencia de la sequía. De esta forma, se ha puesto en evidencia “la vulnerabilidad” del comercio marítimo internacional ante las perturbaciones climática extremas, anticipando su enorme “potencial para remodelar la dinámica de la industria naviera mundial”, subraya el analista y shipbroker Intermodal.
Además, el tránsito por este estratégico corredor interoceánico se ha convertido en una subasta al mejor postor para saltarse la cola y reducir los largos tiempos de espera. Días atrás, el armador de un buque de gas licuado de petróleo (GLP) llegó a abonar “2,4 millones de dólares por el tránsito de ida hacia el Atlántico, además de la tarifa regular del peaje de 400.000 dólares” para esquivar el atasco, estableciendo un récord histórico frente a los dos millones abonados en 2022, según confirmó el director de la naviera noruega Avance Gas, Øystein Kalleklev, en una reciente reunión con analistas e inversores. “Puedes saltarte la cola, pero es inmensamente costoso”, reconoció Kalleklev.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) subasta cada día uno o dos slots libres entre armadores que no tienen reserva para que crucen a través de las esclusas neo-panamax de la ampliación de 2016 -para buques de hasta 15,2 metros de calado-, que generalmente caen en manos de navieras de GNL o GLP. Expertos citados por ‘Tradewinds’ no descartan que la marca alcanzada en la citada subasta sea superada “pronto” por “algún armador desesperado”.
“Puedes saltarte la cola en el Canal de Panamá, pero es inmensamente costoso”
“Los retrasos han aumentado significativamente en agosto, no sólo para los usuarios de las neo-panamax, sino también para los buques de las antiguas esclusas panamax, a menudo incluso superando las demoras en las nuevas compuertas, lo cual es muy inusual”, agregó el armador noruego. Los buques han tardado un media de 6,5 días en la travesía hacia el Atlántico y 5,2 hacia el Pacífico en el segundo trimestre del año. De enero a marzo, los retrasos alcanzaron una media de 10,5 días hacia el norte y ocho días hacia el sur, según las cifras aportadas por la naviera con sede en Oslo.
Es más, en la tercera semana de agosto, la consignataria Leth Agencies manifestó que había 134 barcos en la cola, con tiempos de espera de hasta 14 días en las esclusas más pequeñas del canal. Y en los casos más extremos, los barcos han esperado hasta tres semanas para cruzar la vía fluvial.
Puede leer la noticia original en el siguiente enlace: https://elmercantil.com/2023/09/12/las-perturbaciones-climaticas-anticipan-su-poder-para-cambiar-el-negocio-naviero/
Fuente: www.elmercantil.com